-No hay tiempo.
-Bésame.
-Dejemos el amor para más tarde.
-No es amor, es Deseo.
-¡Ya viene!
-Cuando digo deseo, te hablo de que, si no me besas, acabaré siendo arena.
-Pero Vida, Luz, Entraña, Suerte, Alba, Razón, Plenitud, Amor, mi Caos, mi Todo...
-Calla y bésame tonto, o llegará y...
-No lo digas.
-Se me estremece la piel sólo de pensarlo, y tu no me besas.
-Dios, ¿Pero no ves que está aquí, a la vuelta de la esquina?
-Por eso, bésame ahora, ahora, ahora.
Y la besó y no pudo evitar que al poco llegara el tedio.
четверг, 17 апреля 2008 г.
Venía a ti...
...con la certeza de la ascensión del canto y de su alondra.
Venía para ver, para ser visto.
No traía más que unas hermosas cadenas
y todo el tiempo del mundo para desatarlas.
No quisiste ayudarme en la fuga.
Las palabras ni siquiera eran "pertenencia a la fuga".
Nada pudiste hacer por mi y tanto hiciste en mi contra
que has heredado más que nada una especie de virus
que incubas junto a peores dolores, que ya no duelen.
Pues bien, yo tenía la vacuna y poseo el antídoto,
pero ya te maldije una vez y, podría hacerlo dos,
no me puedo retractar. Enferma, del verbo enfermar.
Venía para ver, para ser visto.
No traía más que unas hermosas cadenas
y todo el tiempo del mundo para desatarlas.
No quisiste ayudarme en la fuga.
Las palabras ni siquiera eran "pertenencia a la fuga".
Nada pudiste hacer por mi y tanto hiciste en mi contra
que has heredado más que nada una especie de virus
que incubas junto a peores dolores, que ya no duelen.
Pues bien, yo tenía la vacuna y poseo el antídoto,
pero ya te maldije una vez y, podría hacerlo dos,
no me puedo retractar. Enferma, del verbo enfermar.
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